

Drenaje linfático
Es una técnica terapéutica suave que estimula la circulación linfática y desintoxica el organismo fortaleciendo el sistema inmunológico.
Regenera y nutre los tejidos tratados y se facilita la circulación lo que proporciona una relajación general del cuerpo en su conjunto.
- Elimina los edemas,
- Previene y restaura el funcionamiento del sistema inmunológico,
- Previene y mejora los siguientes problemas y patologías:
Retención de líquidos, reumatismo, artrosis, cicatriz, hematoma, contusiones, acné, excemas, rosácea, quemaduras, trastornos circulatorios, estreñimiento, resfriados, sinusitis, asma, migraña, dolores de cabeza, depresión, insomnio, mononucleosis, varices, arrugas, bolsas debajo de la ojos, humectación de los ojos, problemas de la piel.
- Mejora todas las patologías linfáticas localizadas:
Brazos grandes, cirugía de varices y, o estética, edema tras esguince, fractura y edema ligado a una enfermedad reumática inflamatoria.
Para los atletas, previene los desgarros musculares y permite una recuperación más rápida.
Contraindicaciones
Debe evitarse el drenaje en presencia de células cancerígenas, tuberculosis, inflamación aguda, nevus, trombosis reciente, edema cardíaco, ganglios linfáticos excesivamente grandes y/o anormales.