Masaje con piedras calientes

 

El masaje con piedras calientes es muy utilizado en institutos de spa y relajación o incluso en algunos centros de belleza. Esta técnica consiste en calentar piedras de basalto en agua muy caliente.
Una vez hecho esto, la persona que realiza el masaje dispondrá las piedras sobre tu espalda según tu morfología.
Dependiendo de la persona, se colocarán en ciertos lugares clave del cuerpo, como en la parte delantera del cuerpo, los hombros o el cuello. Así el cuerpo será calentado por las piedras previamente recubiertas de aceite o este último se puede aplicar directamente en el cuerpo y las deslizarás por todo el cuerpo, de la cabeza a los pies y poco a poco para aliviar los músculos. Se utilizarán diferentes movimientos dependiendo de sus necesidades. Algunos pasajes serán más insistentes mientras que en otra parte del cuerpo, como la espalda, se le pueden dar cuidados como roce, fricción, presión y otros movimientos.

 

Las virtudes

El masaje con piedras calientes puede ser utilizado por varias personas. Sin embargo, si tienes diabetes, problemas cardiovasculares o si tu sistema inmunitario está muy debilitado, no es recomendable realizar este masaje. Lo mismo ocurre con las personas con problemas respiratorios y de la piel como el eccema. Por lo tanto, esta técnica de masaje tiene muchas virtudes, especialmente en términos de relajación. En efecto, gracias a las piedras calientes, que se extraen de las erupciones volcánicas y contienen granos de hierro para retener el calor, sentirás una sensación de bienestar y relajación. Además, este masaje permite restablecer los flujos de energía y la circulación sanguínea. Así, es recomendable utilizarlo para calmar dolores musculares o crónicos como el reumatismo. Por último, una virtud tan importante como las demás, el masaje con piedras calientes ayuda a eliminar todas las toxinas acumuladas así como las energías negativas. Su sistema inmunológico se fortalecerá.